24 horas sin luz. La vecina embarazada. El marido un pelotudo. A cuarenta pesos el quilo de duraznos. Mi gata sin querer dejó de serlo. La mierda es la vida si llueve un viernes a la noche y hay un lado frío de la cama, y ya lo dijo Malena Pichot.
La navidad engorda. La inmobiliaria te caga. El viejo del quiosco es sordo. La heladera queda muy lejos. El mate no se ceba sólo. El encendedor no está en la cartera.
miércoles, 26 de febrero de 2014
Que existas
Nombrarte,
con el lenguaje de la belleza que no cesa si aconteces.
La certeza de las noches en las ventanas,
el vuelo de los pájaros
en el horror de la civilización.
Vivir.
Pero no amanece la vida si no de humo.
Y el silencio se colorea de palabras
con los lápices que te pintan
sobre las sábanas
que desangran placeres
y miserias.
Sobre las paredes de las piezas húmedas:
tu silueta de perfil.
con el lenguaje de la belleza que no cesa si aconteces.
La certeza de las noches en las ventanas,
el vuelo de los pájaros
en el horror de la civilización.
Vivir.
Pero no amanece la vida si no de humo.
Y el silencio se colorea de palabras
con los lápices que te pintan
sobre las sábanas
que desangran placeres
y miserias.
Sobre las paredes de las piezas húmedas:
tu silueta de perfil.
Chloé estudiando en mi mesa
Al unísono los tic tacs
de los relojes de todo el mundo.
Al unísomo las voces
de los esclavos del sistema.
Al unísono los besos
de los no enamorados.
Al unísono las gotas de agua
de las lluvias que no me mojan.
El olor del sahumerio barato
que me recuerda la humedad.
La gata que se me trepa por las piernas,
quiero decir Gilda.
El silencio de los días apagados.
Lo que nunca tuve
ni anhelo.
La felicidad que nunca termina de ser.
Chloé y el feminismo necesario.
de los relojes de todo el mundo.
Al unísomo las voces
de los esclavos del sistema.
Al unísono los besos
de los no enamorados.
Al unísono las gotas de agua
de las lluvias que no me mojan.
El olor del sahumerio barato
que me recuerda la humedad.
La gata que se me trepa por las piernas,
quiero decir Gilda.
El silencio de los días apagados.
Lo que nunca tuve
ni anhelo.
La felicidad que nunca termina de ser.
Chloé y el feminismo necesario.
Relojes mientras se espera
Así como pasan los segundos
podrían pasar tus piernas
al menos en frente de donde te espero.
Pero un poco más despacio, nena
tomate tu tiempo para desfilar.
podrían pasar tus piernas
al menos en frente de donde te espero.
Pero un poco más despacio, nena
tomate tu tiempo para desfilar.
Lo nuevo
Dice Foucault que lo nuevo no está en lo que se dice, sino en el acontecimiento de su retorno. Ya todo está y ha sido dicho. Ya las bocas tuvieron tus palabras.
Aunque no
Y si la lluvia sin vos tuviera risas,
y si las mañanas sin vos tuvieran amores.
Entonces sí -aunque no-
podría la felicidad decirme cómo
se hacen las canciones con tu nombre,
cómo encontrar vida en los colores,
cómo se sale de los abismos de la ausencia.
y si las mañanas sin vos tuvieran amores.
Entonces sí -aunque no-
podría la felicidad decirme cómo
se hacen las canciones con tu nombre,
cómo encontrar vida en los colores,
cómo se sale de los abismos de la ausencia.
Qué de
¿Qué de las palabras si la abarcaran?
¿Qué de la parte del mundo
que la sostiene,
o la desequilibra
-no se cuándo qué cosa-?
¿Qué de su saliva indagando lo desconocido,
el sitio donde gimen las cosas?
La revolución de tocarse,
sólo por saberse suya.
No dibujar sus piernas
sino cuando griten el silencio.
¿Qué de la parte del mundo
que la sostiene,
o la desequilibra
-no se cuándo qué cosa-?
¿Qué de su saliva indagando lo desconocido,
el sitio donde gimen las cosas?
La revolución de tocarse,
sólo por saberse suya.
No dibujar sus piernas
sino cuando griten el silencio.
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