viernes, 5 de diciembre de 2014

LA ventanita de chat

Los avatares de la modernidad,
de la posmodernidad:
Antonella se enamora
de la mujer perfecta
sin besarla mientras tanto,
sin tocarla en el transcurso,
sin saberla en su cocina.
Valga el no uso de la metáfora
cuando los ojos sólo se cierran mientras amanece.
No vale en realidad,
no sirve en realidad.
El problema siempre serán los límites de la virtualidad. Es decir: lo más real que existe hoy. 

Dibujé. En un cuaderno de ojas blancas. Mientras ella besa su celular, porque no besa Mañas. Rezo por las primeras citas, los lugares mágicos, la rutina. Mejor un cine que un quiosco de cigarrillos. Idea fija: el beso que sucederá.

No se desvanecerán los amores mientras exista quien remonte barriletes.

jueves, 4 de diciembre de 2014

¿marlboro box era?

2012
Rosario.
Ella,
un pucho -la eternidad de sus piernas detrás del humo-,
una vida sin resolver.
La pija y las mil formas de jugar.

2014
El Calafate.
Ella,
las mil formas de jugar,
todos los ceniceros.

Ahora y acá,
¿Cómo olvidar su boca,
el invierno en su piel?

Guardaré un papel, dos papeles
que la nombren,
la deseen,
la deshojen,
la desvistan,
la noche en que la bese
la luna a quien envidio,
cuando el día se desviste
y se deshace,
ya inventado,
incontenible,
incontrolable.

martes, 27 de mayo de 2014

¡Oh! nunca dejes de escribirme
como si fuera que dibujases
lo que no existe
con la certeza de que sucederá.
Sucederá
el no milagro
de aparecer
detrás de las puertas,
los jardines
que no florecen
cuando el otoño -porque el otoño-
baña
-te baña-
de músicas amarillas
las calles,
los autos,
las almas
de los que no pertenecen a.
porque no son
lo que hay que ser,
lo que hay que decir
se entorpece
-se desparrama-
por el sublime atentado
de que existas
-¿sos vos?-
en los espejos.

viernes, 25 de abril de 2014

Si pudiera permanecer en las hamacas
-pertenecer a-

El sonido atroz de la nunca muerte de las ciudades.
A mi izquierda: la niña en el tobogán.

Al rededor: las publicidades.
A dentro: los juegos.

 

 Abrir sobres.

Pero,
¿cómo estar a la altura
de la nimiedad
de tu delirio más interesante?

domingo, 16 de marzo de 2014

No hay pureza en las ceremonias de la vida
¿existen estrictamente las noches sin retorno?

La ternura innecesaria
de nombrar la suavidad de tu piel
y la pequeñez perfecta
de tu boca en cualquier lugar.

El ritual de tocar tu cuerpo
cual solemnidad erigida de las sombras.
Decir sombra
en tanto oscuridad desconocida,
en tanto noche imprescindible.

¿Cuál es tu magia
que paraliza lo que toca?

miércoles, 5 de marzo de 2014

Dos reglas del juego

No utilizar la formalidad del nombre completo: regla del juego número uno, a tu favor, G.
El papel no reemplaza tu piel: ¿regla? del juego número dos.

Carta a G.

Algo del orden de la simpleza y puede redactarse más o menos así: la humedad penetra cual nota musical. Pero te escribo en vez de dejar que humedezca la noche.
Yo sí encontré mis sobres de colores. Y cuando digo colores me refiero a los parques de diversiones y a las tazas de té.